¡Buen día, estudiantes de 5to. A y 5to. B!
A continuación les dejo el mito del minotauro para que puedan completar el análisis de La casa de Asterión de Borges.
A continuación les dejo el mito del minotauro para que puedan completar el análisis de La casa de Asterión de Borges.
Teseo, Ariadna y el Minotauro
de Creta
Como
compensación por el asesinato de su hijo Androgeo, Minos, el rey de Creta,
había ordenado a los atenienses que enviaran siete muchachos y siete doncellas
cada nueve años al laberinto cretense, donde los aguardaba el temido Minotauro
para devorarlos. El Minotauro cuyo nombre era Asterión, era un monstruo con
cabeza de toro, fruto de la unión entre Pasífae y el toro blanco.
Poco
después de la llegada de Teseo a Atenas, venció por tercera vez la fecha del
tributo impuesto por Minos, y Teseo sintió tanta lástima por aquellas jóvenes
destinadas al sacrificio y por sus desdichados padres, que se ofreció como una
de las víctimas. Antes de partir, Teseo consultó al oráculo de Apolo en Delfos,
al que le ofreció una rama de olivo consagrada. El dios le aconsejó que
invocara la protección de Afrodita, diosa del amor. Teseo no dudó en realizar
un sacrificio en la playa en su honor para que lo protegiera en su arriesgado
viaje.
Cuando
la nave llegó a Creta unos días más tarde, Teseo comprobó que Afrodita lo había
acompañado, ya que Ariadna, la hija de Minos, se enamoró de él a primera vista.
‑Te
ayudaré a matar al Minotauro‑ le prometió secretamente ‑ si me dejas regresar a
Atenas como tu esposa. Teseo aceptó con mucho gusto esta oferta y juró que se
casaría con ella.
Pues
bien, el arquitecto que había diseñado aquel espacio intrincado, le había
entregado a Ariadna un ovillo mágico de hilo y le había explicado cómo entrar y
salir de allí sin problemas.
Entonces,
Ariadna le entregó a Teseo el ovillo mágico y le explicó cómo entrar y atar el
cabo suelto al dintel de la puerta para que el ovillo rodara por el suelo,
siguiendo por tortuosos caminos, hasta el mismo escondite que ocupaba el
Minotauro. Al llegar al lugar donde se encontraba el monstruo dormido, debía
tomarlo de los pelos y sacrificarlo a Poseidón, el dios soberano del mar. Luego
podría encontrar el camino de regreso, volviendo a hacer un ovillo con el hilo.
Aquella
misma noche Teseo hizo lo que se le había dicho. Cuando salió del laberinto,
manchado de sangre pero triunfante, Ariadna lo abrazó apasionadamente y condujo
a todo el grupo de atenienses al puerto.
Graves,Robert."Teseo" en Los mitos griegos. Hyspamérica,1985
¡Saludos!
Fernanda
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